lunes, 15 de marzo de 2010
El roble y la enredadera
Posted on 5:55 by Jorge
Aquí voy, colmado de muerte, a vuestro antojo.
En este hotel, que porta la calaña de su conserje, a veces regurgito palabras mordaces que han mordido otros labios y hallan en mi lengua hogar y alimento. “¿Limpio su mugre, señora, su heroica suciedad de tardenoches mundanas y reuniones burguesas?”, dice el conserje a esa dama que envía aluviones hacia el hostal de la muerte.
“Quiero ser conserje”, dice una ínfima enredadera. “Pero el conserje sirve a la señora que envía aluviones hacia el hostal de la muerte, entonces, yo serviré a esta dama...”, reflexiona la trepidante plantita.
Aquí voy, colmado de muerte, a vuestro antojo.
Aquí voy, colmado de muerte, a vuestro antojo.
En esta ruina, vestida de palacio y cortinas de seda, a veces descerrajo una risa liviana que ha transitado las entrañas de una desgracia y cuatro llantos. “¿Aliviano su autismo, señora, su heroico autismo de mañanas negadas y camas extrañas?”, dice el conserje a esa dama que envía aluviones hacia el hostal de la muerte.
“Quiero ser conserje”, dice un roble muy alto. “Pero el conserje sirve a la señora que envía aluviones hacia el hostal de la muerte, entonces, no quiero ser conserje...”, reflexiona el árbol en su firmeza.
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