domingo, 14 de febrero de 2010
Breve relación sobre el volumen
Posted on 15:16 by Jorge
Ricki ha vuelto sobre su tesis doctoral que ha intitulado “Breve relación sobre el volumen y la poronga”. Apuro el trago y me recuesto sobre la cortina metálica de algún comercio cerrado para seguir su explicación.
- A ver, Chapa, Tío, Tincho, si tomamos un ser humano promedio, es decir, como yo me considero, promedio, absolutamente promedio, totalmente promedio, evidentemente promedio…
- Por no decir que sos un completo mediocre… – acoto en el preciso instante en que Tincho, en correcto estado alucinógeno, comienza a sospechar que el espacio del ventanal donde nos sentamos quizás sea un tanto estrecho para los tres…
- Precisamente, Tío, a eso me refería. Digamos, un ser absolutamente mediocre como yo, tendrá una estatura aproximada de entre ciento sesenta y ocho y ciento setenta centímetros, mientras que…
- ¿Me pasás el porrón, Tincho? – acota el Chapa saliendo de alguna OVNI, es decir, “Orientación Volada No Indentificada”.
- No puedo…
- ¿Por qué mierda no podés? – pregunto con mi habitual falta de cortesía
- Estoy apretado… ¡Estoy apretado! ¡Te digo que estoy apretado!
- ¿Y…? Yo también.
- Me pasás el porrón…
- Disculpen… ¿Me están escuchando?
- Sí, sí, Ricki, vos seguí.
- Na’ más dejá que este fumado hijo de una gran puta me pase el porrón…
Chapa opta por tomar bruscamente el porrón que reposaba sobre la entrepierna de Tincho, hecho que seguramente debe haber subido considerablemente la temperatura de la hasta entonces helada cerveza que disfrutabamos, mientras, Tincho, comienza a denotar en su rostro visibles gestos de claustrofobia.
- Bien… Como les decía, dada mi estatura y que la longitud de mi miembro viril y/u órgano peneano es de aproximadamente un décimo de dicha medida, siendo su ancho cercano a los cuatro centímetros y medio que significaría a su vez un décimo de lo que es la dimensión que surge de trazar una recta entre mis hombros, en consecuencia podemos decir que un corte frontal de mi anatomía cubriría una superficie…
- ¡Estoy apretado! ¡Te digo que estoy apretado!
- Ya sé… Lo dijiste hace cinco segundos, fumado del orto…
- Pará, Chapa, capaz que se siente mal…
- Ey…. ¿Me prestan atención?
- Sí, sí, seguí Ricki…
- Qué el fumado este de mierda, rompe los huevos…
- En fin. Continuando. Para cubrir la superficie ocupada por un corte frontal de la anatomía de un ser humano promedio se requerirían aproximadamente cien porongas de tamaño promedio…
- ¿O sea? No sos una poronga, sino que… ¿Cien porongas juntas?
- No, Tío, si…
- ¡Estoy apretado! ¡La puta madre! ¡Estoy apretado!
- Fumado del orto te voy a…
- Chapa, calmate, dejame a mí. ¿Tincho?
- Sí… Sí… ¡Estoy apretado! ¡Estoy apretado!
- Ya sé, ya sé, calmate, relajate y escuchalo a Tío. Ya que estás apretado, podrías agarrar, pararte, estirar un poquito las gambas y, sobre todo, dejarte de romper los huevos porque, caso contrario, Chapa y Tío te van a agarrar a patadas en el cráneo. ¿Entendés?
- Sí… Pero estoy apretado.
- ¡Fumado de mierda!
- Chapa… ¿Me dejás? Por eso, te paras y caminas un rato o… Te parto la geta.
- Tá bien…
- Así, muy bien, parate, caminá… ¿Ves, Chapa? Con psicología se puede todo.
- ¿Puedo seguir…?
- Sí, Ricki, si te estamos escuchando… Que fumado de mierda este blondo… Chapa, armate otro.
- Como decía, debemos recordar que el ser humano es tridimensional, por lo cual ocupa un volumen y no una superficie, con lo cual, deberíamos atender que su largo es aproximadamente de cinco a seis veces el diámetro de una poronga, con lo cual, podemos concluir que un ser humano promedio equivale aproximadamente a unas quinientas o seiscientas porongas promedio…
- ¿Y…?
- Bueno, Tío, es… Es… Es…
En ese preciso instante, tras haber dado entre siete y ocho vueltas en torno a Ricki, Tincho señala:
- ¡Estoy apretado! ¡La puta madre! ¡Estoy apretado!
“Apretado el cerebro tenés…” Llega a decir Chapa antes que nos abalancemos sobre él para impedir que agarre a patadas al fumado del orto.
- A ver, Chapa, Tío, Tincho, si tomamos un ser humano promedio, es decir, como yo me considero, promedio, absolutamente promedio, totalmente promedio, evidentemente promedio…
- Por no decir que sos un completo mediocre… – acoto en el preciso instante en que Tincho, en correcto estado alucinógeno, comienza a sospechar que el espacio del ventanal donde nos sentamos quizás sea un tanto estrecho para los tres…
- Precisamente, Tío, a eso me refería. Digamos, un ser absolutamente mediocre como yo, tendrá una estatura aproximada de entre ciento sesenta y ocho y ciento setenta centímetros, mientras que…
- ¿Me pasás el porrón, Tincho? – acota el Chapa saliendo de alguna OVNI, es decir, “Orientación Volada No Indentificada”.
- No puedo…
- ¿Por qué mierda no podés? – pregunto con mi habitual falta de cortesía
- Estoy apretado… ¡Estoy apretado! ¡Te digo que estoy apretado!
- ¿Y…? Yo también.
- Me pasás el porrón…
- Disculpen… ¿Me están escuchando?
- Sí, sí, Ricki, vos seguí.
- Na’ más dejá que este fumado hijo de una gran puta me pase el porrón…
Chapa opta por tomar bruscamente el porrón que reposaba sobre la entrepierna de Tincho, hecho que seguramente debe haber subido considerablemente la temperatura de la hasta entonces helada cerveza que disfrutabamos, mientras, Tincho, comienza a denotar en su rostro visibles gestos de claustrofobia.
- Bien… Como les decía, dada mi estatura y que la longitud de mi miembro viril y/u órgano peneano es de aproximadamente un décimo de dicha medida, siendo su ancho cercano a los cuatro centímetros y medio que significaría a su vez un décimo de lo que es la dimensión que surge de trazar una recta entre mis hombros, en consecuencia podemos decir que un corte frontal de mi anatomía cubriría una superficie…
- ¡Estoy apretado! ¡Te digo que estoy apretado!
- Ya sé… Lo dijiste hace cinco segundos, fumado del orto…
- Pará, Chapa, capaz que se siente mal…
- Ey…. ¿Me prestan atención?
- Sí, sí, seguí Ricki…
- Qué el fumado este de mierda, rompe los huevos…
- En fin. Continuando. Para cubrir la superficie ocupada por un corte frontal de la anatomía de un ser humano promedio se requerirían aproximadamente cien porongas de tamaño promedio…
- ¿O sea? No sos una poronga, sino que… ¿Cien porongas juntas?
- No, Tío, si…
- ¡Estoy apretado! ¡La puta madre! ¡Estoy apretado!
- Fumado del orto te voy a…
- Chapa, calmate, dejame a mí. ¿Tincho?
- Sí… Sí… ¡Estoy apretado! ¡Estoy apretado!
- Ya sé, ya sé, calmate, relajate y escuchalo a Tío. Ya que estás apretado, podrías agarrar, pararte, estirar un poquito las gambas y, sobre todo, dejarte de romper los huevos porque, caso contrario, Chapa y Tío te van a agarrar a patadas en el cráneo. ¿Entendés?
- Sí… Pero estoy apretado.
- ¡Fumado de mierda!
- Chapa… ¿Me dejás? Por eso, te paras y caminas un rato o… Te parto la geta.
- Tá bien…
- Así, muy bien, parate, caminá… ¿Ves, Chapa? Con psicología se puede todo.
- ¿Puedo seguir…?
- Sí, Ricki, si te estamos escuchando… Que fumado de mierda este blondo… Chapa, armate otro.
- Como decía, debemos recordar que el ser humano es tridimensional, por lo cual ocupa un volumen y no una superficie, con lo cual, deberíamos atender que su largo es aproximadamente de cinco a seis veces el diámetro de una poronga, con lo cual, podemos concluir que un ser humano promedio equivale aproximadamente a unas quinientas o seiscientas porongas promedio…
- ¿Y…?
- Bueno, Tío, es… Es… Es…
En ese preciso instante, tras haber dado entre siete y ocho vueltas en torno a Ricki, Tincho señala:
- ¡Estoy apretado! ¡La puta madre! ¡Estoy apretado!
“Apretado el cerebro tenés…” Llega a decir Chapa antes que nos abalancemos sobre él para impedir que agarre a patadas al fumado del orto.
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