alucinaciones de jorge santiago miranda

Unos cuantos segundos, quizás menos, pero todo transcurre con la lentitud del silencio más hondo, aunque el ruido sea ensordecedor, las sirenas, las alarmas y el traqueteo nervioso de los pies lanzados a la carga. No son más que unos cuantos segundos, quizás menos, Luisito se me adelanta no más que un metro o metro y medio, me siento torpe al correr con el cascote en la diestra, es algo pesado y no encuentro la manera de asirlo de una manera que me permita un pronto lanzamiento. No son más que unos cuantos segundos, quizás menos, freno la carrera y echo todo mi costado derecho hacia atrás, juntando fuerzas para el lanzamiento, allí, justo frente a mis ojos, veo caer pesadamente a Luisito.
- ¡Suelo, suelo! – grito, o, al menos, creo que grito, mientras me dejo caer contra el asfalto – Tiran plomo, los muy putos, tiran plomo...
No sé si pienso esto todo junto, pero los segundos se extienden hasta el ridículo. Guachos, no tiran con la reglamentaria, la bala de las “9” es lenta, estas no, primero te pegan y después escuchas el estampido del disparo. Tienen que ser “22” u otra munición rápida, Luisito debe estar frito, no hay nada que hacerle… Nada de salir volando un par de metros para atrás como en las películas, es así, el plomo te frena en seco, bah, con estos calibres chicos, por ahí, ni te enteras, seguís en la tuya y, de pronto, te entra a arder y después, bue’, en fin… No la contás.
Se quedo seco, ahí, está quietito, se fue sobre la izquierda, lo llevo el peso del cascote... Cayo otro… El boludo siguió corriendo hacia los cobanis, estará dos metros detrás de mí, bueno, este se mueve, parece que es el estómago, en fin, este boludo tampoco la cuenta, la bala chica te traspasa o se te queda, entra a rebotar y te hace mierda por dentro. El pibe está frito, encima, va a sufrir como puto. ¡Carajo! Grita como una nena. ¿Qué mierda hace ese boludo…? ¿Lo quiere auxiliar…?
- ¡Quedate, chanta, fiera! ¡Ese está frito, loco!
- Está vivo, macho, está vivo...
- Por ahora, loco... Tiran con “22”, el plomo ya lo hizo mierda, fiera... Está frito.
- Pero... Hay que ayudarlo.
- ¿Querés ayudar? Reza para que le peguen uno en la cabeza...
Bueno, el chabón se quedo quieto. ¡Mierda! ¡Como pierde sangre! Me da lastima el pibe, en fin, parece que entro en paro. Corazoncito débil, de vez en cuando es una ventaja, en fin, ya está, sí, ya no grita más. Pobre pibe, no tendría ni veinte.
Buen pibe, Luisito, pero siempre tuvo mala suerte, ahora lo tengo ahí, quietito, a metro o metro y medio. ¿Estará muerto o será más vivo que todos nosotros juntos? No, si ni respira, por como corre la sangre, pareciera que se la dieron en el cuello.
Loco, tenemos que salir de acá, por ahora, están tirando arriba, bueno, todavía hay mucho boludo parado, pero, digo… Estos giles se van a tener que avivar que estamos cuerpo a tierra. ‘Tá bien, es más jodido tirar al suelo, le errás al cálculo y el plomo rebota en el asfalto… En fin, comúnmente, le terminan dando a un farol, pero, bueno, si nos quedamos acá quietitos, tarde o temprano, le van a pegar a alguno... Pararon de tirar. ¿Qué mierda están por hacer? A ver… Mierda, los gases, van a tirar gases... ¡Hijos de puta! Tiran los gases y después te rematan de cerca… La concha puta, mirá que son verdugos...
Bueno, es ahora o nunca, hay que rajar cuando tiran los gases, tengo un par cerca...
- Loco, loco...Van a tirar gases, al primero, pero justo al primero que caiga, agiten con lo que sea y piquemos para la transversal, chabón. ¿Eh...?
- Sí, sí, es buena...
- Bueno, loco, pasen la voz, que rajemos todos...
Cuantos más corren, más jodido hacer puntería…
- Sí, dale, dale...
- Vamos, loco, vamos, tiran el gas… Vamos, vamos...
Ahí está, fuera cascote y a rajar, a rajar… Mierda, tiran de vuelta... Carajo, este loco se cayo al lado, loco es una masacre. ¿Dónde mierda...?
Cien metros llanos, corremos como en los cien metros llanos, cien metros llanos que nos alejan y nos separan, casi a un palmo de distancia se ve la mole rosácea que, impávida, domina el escenario…